Capitulo Dos
Ciertamente es bueno ser extranjero, no me obligan a seguir la línea... Ya pasé por donde cayo el viejo, y también por mi antigua casa, solo me que buscar algo mas y podré empezar... No fue fácil volver, querida cuidad mía, pero a ti no te será fácil escaparte... -una pequeña risa termino la frase-
Solo una cosa más... Y todo valdrá la sangre...
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"Qué...?" un golpe seco en la nuca calló al que preguntaba, de pronto sintió que arrastraba los pies de nuevo, abrió los ojos con cautela, no dijo nada para no recibir otro golpe, había gente a los costados de la calle, nadie miraba, era una escena demasiado normal para esa parte de la ciudad, él mismo había visto desde niño como cada cierto tiempo arrastraban a alguien por las calles por enfrentar la ley, era simplemente una estupidez, la ley existía por algo, tenia un sentido, pero entonces por qué era tan distinto desde el otro lado de la calle, el sabia que no había hecho nada malo, si alguien debía ser arrastrado era el señor Turquoise y la puta de Daniela, pero nadie decía nada, Johnny no pudo evitarlo y con todo el odio y rencor que la escena le producía grito, pero nadie lo escuchó, la imagen de la ley, los gorilas que lo arrastraban tenían mas impacto en esos autómatas sin alma que caminaban por ahí, está vez no le pegaron solo sonrieron cuando la desolación se hizo presente en su cara.
"¿Por qué? ¿Por qué?" Johnny no dejaba de balbucear estas palabras.
El camino a la corte de justicia no era muy largo, unas par de cuadras mas el puente central y en el mismo edificio donde vivían los jefes de su jefe entre el centro comercial de los primeros pisos y los penthouses de los magnates. La gente en los costados de la calle no miraba, algunos niños lanzaban miradas fugaces que se perdían en las manos de sus padres que les indicaban que debía seguir caminando, en un momento Johnny escuchó decir a uno de los tantos padres algo que le recordó parte de su infancia "debes seguir caminando, si no caminas te arrastran", ¿era eso lo que el había hecho? ¿Dejó de caminar? Fue entonces que Johnny entendió el primer error que había cometido en su vida, de pronto una sensación de tranquilidad lo invadió, todo se veía tan claro ahora, el por que no habían secretarias mayores de treinta en las oficinas mas elevadas de su trabajo, por que todos los gorilas que se decían ser la ley usaban armas.
De pronto se detuvo, habían llegado al puente central, uno de los 3 accesos al centro de la ciudad, era de un poco más de quinientos metros de largo y a diferencia de las otras calles había cuatro veces más gente y al menos tres gorilas a cada lado de la calle, como de costumbre no habían vehículos por ahí, aunque no pudo evitar escuchar un crujir metálico, en un par de segundos lo volvió a escuchar, Johnny miro con preocupación a los que lo llevaban, no parecían preocupados.
Lo que ocurrió luego no tomó mas de cinco segundos, aunque para Johnny fue más de una hora de no poder hacer nada; El suelo empezó a temblar, algunos cayeron por los costados otros en la calle, los "cuidadores de la ley" hacían indicaciones para que siguieran caminando que luego iban a atender a los heridos, de pronto la histeria tomo lugar, un niño camino hacia la calle, nadie lo vio, cuando la madre se dio cuenta trato de ir por el, al poner un pie en la calle recibió un golpe seco en el costado de la cara por parte de un gorila de azul y callo desmayada, Johnny que no estaba muy lejos a provecho de soltarse e ir por el niño, aun no llegaba cuando alguien mas se lanzo a la calle para salvarlo, era un tipo canoso de no más de cinco décadas, el total de "guardianes" lo rodearon apenas levanto al pequeño, para su suerte o desgracia, el suelo crujió una vez más y justo debajo de donde estaba este tipo sujetando al niño se formo un pliegue del concreto que se transformo en agujero, instintivamente el tipo canoso tiro el niño hacia la gente que se había detenido a ver el morboso show, los gorilas empezaron a retroceder sin dejar pasar a nadie mas, Johnny estaba seguro de que el tipo había caído pero de pronto escucho un grito de ayuda, pero nadie hacia nada, Johnny emprendió la marcha, corrió con toda su energía, en su mente las preguntas lo inundaban, el tipo es un héroe, por que nadie hace nada? porque no lo ayudan? Chocó a un gorila por la espalda y lo mando al hoyo salto al borde a tenderle una mano al tipo pero no solo no llegó, pudo ver la cara de satisfacción en el canoso, él era libre y Johnny aun no, un ultimo retumbar se sintió en el puente y Johnny cayó sin siquiera pensar en aferrarse a esa vida que le habían impuesto, y cayó.
El viento en su cara era mas fresco que de costumbre, todo se veía oscuro, pero el se sentía iluminado, de pronto una voz se unió a la caída, era alguien bastante joven, era el único que lo había intentado salvar, El viejo Johnny sonrió, y gritó con todo su espíritu "Me llamo Johnny, y luche por mi libertad!" las palabras quedaron grabadas a fuego en los oídos de Johnny, cuando termino de caer pudo ver lo que había debajo de él, era el tipo canoso, el viejo Johnny, estaba ensangrentado abajo de el estaba el gorila que Johnny arrojo, y en los alrededores la gente que cayo cuando empezó a temblar, el viejo miro a Johnny, y esa fue la primera conversación que tuvo fuera de la ciudad.
¿Estas bien? -Pregunto el viejo Johnny- Pensé que me iba a morir - escupió un poco de sangre- si, de seguro moriré...
Solo me lastime un brazo y una pierna...-contesto Johnny tímidamente.
No es problema entonces...-tosió sangre de nuevo- Escucha, si sigues caminando y no te detienes encontraras al forma de arreglar esta mierda, -escupió mas sangre- no uses tu nombre, usa el mío es común en las tierras de afuera, yo me dormiré aquí y mi nombre no importara para nadie más, igual que todos los que cayeron, llevaté esto, -rasgo una manga ensangrentada y se la paso- llevas mi nombre y mi sangre, cuando vuelvas, busca a ese niño, no debería ser difícil encontrarlo...-escupió una vez más- parece que esto tomara un tiempo, mejor te vas o el dolor empeorará y no creo que me quieras ver sufrir -el viejo sonrió.
Gracias... -fue lo único que Johnny pudo balbucear antes de emprender la huida, al borde de la muerte el tal Johnny había resumido todo lo que él había empezado a sentir esa noche, miró al frente y se amarro la manga ensangrentada al brazo, "Johnny volverá" se dijo a si mismo y siguió corriendo.
(esta nota es parte de una novela que pretendo terminar antes del 2012, tambien es de hace mas de un año)
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